A partir del 1800, comenzaron aplicarse
las primeras medidas para impedir el envenenamiento por plomo, reduciendo
la presencia de este en aquellas piezas de cristal destinadas al consumo
de bebestibles.
Los productores reconocidos y de larga tradición en Europa no
son muchos. Entre ellos los franceses
Baccarat y
Chistrofle,
Waterford en
Irlanda, Swarovski de Austria, Preciosa de la República Checa
y Leerdam de Escandinavia. En Estados Unidos destaca Steuben y los japoneses
lo hacen con sus famosos
Mikasa.